Como tecnología basada en la ciencia, la tecnología HPP cuenta con el total reconocimiento de varios organismos reguladores de todo el mundo como un proceso antimicrobiano con capacidades superiores para la inactivación un gran número de patógenos alimentarios importantes, sino también como un método para ralentizar la proliferación de bacterias responsables del deterioro de los alimentos, lo que permite prolongar la duración de los productos en condiciones de refrigeración entre 2 y 10 veces en comparación con los alimentos no procesados. Ambos beneficios pueden suponer un impacto significativo en los desafíos globales relacionados con la seguridad alimentaria y con el desperdicio de alimentos. La mayoría de los métodos de procesado de alimentos convencionales, como el tratamiento por calor y/o el uso de químicos, tienen efectos negativos en la salud y en la nutrición. Los consumidores demandan alimentos con altos valores nutricionales, sobre todo los presentes en alimentos frescos, crudos o ligeramente procesados. La tecnología HPP no afecta a los componentes nutricionales ya que no interfiere en los enlaces covalentes, por lo que los productos conservan sus vitaminas y compuestos bioactivos. El uso de la tecnología HPP permite a los productores eliminar los conservantes químicos utilizados para controlar el crecimiento microbiano y reducir la frecuencia de las pruebas de seguridad alimentaria, lo que satisface las demandas de los clientes en cuanto a alimentos sin conservantes, contribuye a reducir los costos operativos y aporta valor a la empresa. La tecnología HPP se ha convertido en el proceso preferido de entre las tecnologías de procesado de alimentos no térmicas. La inactivación de los patógenos alimentarios en el posenvasado proporciona a los productores de alimentos y bebidas la confianza en cuestión de seguridad alimentaria que necesitan para proteger a sus consumidores, así como para garantizar la reputación de sus marcas y de su empresa.